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Los Trinitarios en Villa María

Los Trinitarios españoles hicieron su llegada a América y recalaron en Chile donde fundaron sus misiones. Su marcha hacia la República Argentina se ideó cuando en 1913, vino el General de la Orden P. Antonino de La Asunción, y en su regreso a España, propuso a los ibéricos fundar un casa en la ciudad de Buenos Aires, lugar donde los religiosos pudieran hacer escala durante unos días, para luego atravesar los Andes hacia el hermano país de Chile, en los viajes de los padres trinitarios desde Europa hacia América, en sus permanentes tareas.

La ocasión se presentó aquel mismo año de 1913, cuando un acaudalado propietario de nombre D. Antonio Garzón, ofreció a los Trinitarios en Roma, una fundación en Dalmacio Vélez, pequeño pueblo de la provincia de Córdoba, que era un importantísimo nudo ferroviario.

Por ese entonces, el R.P. Carlos de Jesús y María vino desde España a Villa María, enviado por sus superiores, con el propósito de encontrar un lugar adecuado en esta población emplazada a orillas del Río Tercero.

Como en Villa María, por muchas razones, no pudo concretarse nada en esa oportunidad, el P. Carlos escribió a sus superiores diciéndoles que el Sr. Obispo deseaba una fundación en Villa María, tras la cual, el P. Lorenzo, Ministro Provincial le respondió al P. Carlos, que aceptara mientras tanto la fundación ofrecida en Dalmacio Vélez.

Todo este proceder se cumplimentó con la condición de tener en Villa María una Residencia para establecer luego un Colegio de Primera Enseñanza y el P. Carlos de Jesús María fue el encargado de realizar todos los trámites necesarios para consolidar la nueva fundación.

La Providencia y la reunión con el Sr Obispo, quien no sólo les dio la Parroquia de Dalmacio Vélez, sino que agregó otros pueblos, quisieron que los Triniarios atendieran espiritualmente una extensa zona que comprendió las localidades de Dalmacio Vélez, Pampayasta, Las Perdices, Arroyo Cabral, Luca, La Palestina, Hernando, Punta del Agua y Ticino.

El 25 de Mayo de 1913 llegó a Dalmacio Vélez el nuevo superior, el P. Ignacio de San Miguel, adquiriendo el título de párroco.

El P. Saturnino Monasterio, escribó al Arzobispo, con fecha 14 de Febrero de 1916, una carta, mediante la cual le reiteraba la solicitud para la fundación canónica de una Casa de la Orden Trinitaria en la Ciudad de Villa María, a la que el excelentísimo Sr Obispo Fray Zenón Bustos accede, concediéndole el Decreto de admisión y fundación de los Padres Trinitarios en la Villa.

Al mismo tiempo, el P. Monasterio, acepta la posibilidad de fundar también una “Escuela Trinitaria”, a pedido del Excmo Señor Arzobispo, y cumpliendo condiciones anteriores, a fin de que el establecimiento educacional viniera a llenar en parte la necesidad que reclamaba la enseñanza católica en dicha localidad.

En el año 1935, el 15 de Febrero, la generosa Señora Doña Laura Broggi de Maciel, ofrece y dona los terrenos en la ciudad, para fundar y levantar La Escuela, Iglesia y casa Trinitaria, hecho realizado en memoria de su esposo Fermín Maciel.

Con la obtención de los terrenos y el consentimiento del Arzobispo para fundar la casa religiosa, ya estaba todo listo para comenzar.

Durante los meses de Mayo y Junio del año 1938, se produjeron la concesión de parte de la Sagrada Congregación de los Religiosos de la facultad al Ministerio general para hacer la erección canónica con todos los privilegios y gracias espirituales en Villa María, y se erige canónicamente la Casa Religiosa de la localidad, por parte de Fray Antonio de la Asunción.

Teniendo todos estos permisos, en ese mismo año 1938 y en el mes de Junio, la benemérita donante Doña Laura de Maciel, empieza a construir la primera Capilla de la Santísima Trinidad en uno de los solares por ella otorgados, con frente a la calle Perú (hoy calle General Paz). La devota capilla de 8 metros por 30 metros que es hoy el actual Salón auditorio de la Escuela, quedó terminada un año después inaugurándose el 26 de Noviembre de 1939. Fue bendecida por el Sr Cura Párroco, el Pbro Alfredo Ferrari, en representación del Sr Arzobispo, D. Fermín Lafitte. Actuó de madrina en la ceremonia Doña Laura B. de Maciel.

La capilla quedó terminada un año después, mientras se acondicionaron las casitas viejas para las celdas de los religiosos, lugar donde actualmente está el jardín de Infantes.

La inauguración y bendición del nuevo templo, levantado al lado de la primera capilla, fue el 25 de Noviembre de 1944 por Monseñor Fermín Lafitte -Arzobispo de Córdoba-. En 1960 se dicta el decreto de erección como parroquia.






La Iglesia

Con altares de mármol blanco, ornamentos preciosos y vasos sagrados se erige la Parroquia de La Santísima Trinidad.

Su construcción y el terreno sobre el cual descansa, fueron productos de la donación de una Dama piadosa como lo fue Doña Laura Broggi de Maciel en memoria de su esposo Don Fermín Maciel.

Fue inaugurada el 26 de Noviembre e 1944 y bendecida por Monseñor Lafitte, en ese momento arzobispo de Córdoba, tras haber sido colocada la PIEDRA FUNDAMENTAL DE LA NUEVA IGLESIA el 20 de Junio de 1943, durante la intendencia del Sr. Salomón Deiver (1-5-40 al 6-7-43 ).

Tras la muerte de los esposos Maciel, sus restos descansan allí.

El primer Párroco fue Domingo Ausocoa.

La construcción es una representación de estilo romano europeo, cuyas dimensiones son 38 mts por 18 mts. Presenta tres naves que concluyen en un amplio crucero y en precioso presbiterio de ábside.

Tiene tres altares, dos de ellos de ubicación lateral y dedicados uno al Sagrado Corazón de Jesús y el otro a la Virgen de Gracia. El altar mayor se encuentra destinado a la Santísima Trinidad.

La construcción en mármol y ónix de San Luis incluyen el comulgatorio y el púlpito.

Son numerosos los ventanales, permiten la entrada de abundante luz y aire durante las diferentes horas del día, e iluminan naturalmente algunas de las imágenes como ocurre en las horas de la mañana sobre la figura de la Virgen del Remedio, cuya figura corona el costado derecho del altar.

El campanario, que preside la fachada principal del templo (35 metros) está coronado con una bella y artística cruz de hierro forjado.

La construcción fue llevada a cabo por el constructor D. Alberto Arzubialde y el Ingeniero Olmedo.

Sobre sus paredes se atesoran las obras pictóricas de D. Fernando Bonfiglioli, quien trabajó en las pinturas entre los años 1958 a 1961, y de Jorge R. Ludueña.

Su gran inspiración artística se vio dirigida por el Superior y Párroco Domingo Ausocoa, y las obras incluyen motivos de la historia de la Orden de la Santísima Trinidad. El altar mayor nos muestra a la Santísima Trinidad, imágenes de San Juan de Mata y San Félix de Valois, y otros Santos de la Orden como San Juan Bautista de la Concepción y San Miguel de Los Santos.






Los comienzos de la escuela

Educar es amar, cuidar con ternura y dedicación una semilla, con la ilusión que un día dará sus frutos.

Junto a la Capilla de la Santísima Trinidad, se construyó el primer tramo de la parte edilicia destinada a la nueva escuela. La construcción constaba de tres aulas sobre la Avenida Vélez Sarsfield y una pequeña dirección.

El edificio escolar se asemejaba a una gran Cruz formada por el madero horizontal y el vertical. Primero se edificó el madero horizontal con sus siete aulas entre los años 1939 y 1940, y la casa de La Trinidad para los religiosos trinitarios, las aulas de esta construcción fueron aprobadas por el Consejo de Educación de la Provincia de Córdoba en 1942.

En el extremo de esta edificación estaba la pequeña y humilde dirección. Años más tarde se comienzó a levantar la construcción vertical, con la cual se habilitaron 5 salas más

En la parte alta se levantaron siete celdas para los religiosos. Contribuyeron a esta construcción, principalmente Doña Laura B. de Maciel, los señores Adúriz y José Vionnet.

La bendición solemne del nuevo establecimiento fue impartida por el Cura Párroco Presbítero Alfredo Ferrari.

La escuela quedó inaugurada con el título “LA SANTÍSIMA TRINIDAD”, el 9 de Marzo de 1942. Se hizo cargo de la dirección en ese momento, el Padre JOSË MARÍA ITURBE…, lo acompañó el Maestro GREGORIO GUTIERREZ.

Con el material didáctico completo y demás cosas necesarias se abrieron las puertas de la Escuela, acudiendo a clases 120 alumnos.

Tres aulas solamente fueron habilitadas para la “Nueva Escuela” sobre lo que hoy se reconoce como la construcción “más vieja”; la totalidad de alumnos eran varones distribuidos en dos grupos, uno por la mañana y otro por la tarde, en la misma modalidad que actualmente se practica, los grados superiores por la mañana y los más pequeños después del mediodía.

Tras haber obtenido la escuela su Personería Jurídica a través de la Asociación Cultura y Moralidad, el Padre José María, con título habilitante como maestro y en funciones de Director, dio como iniciadas las actividades escolares de la Institución.

Los Primeros Docentes fueron: el Padre José María ITURBE a cargo de 2º y 5º grados; el maestro Gregorio GUTIERREZ, en 3º y 4º grados; Jorge JURE, 1º superior y 6º grados;Manuel ROMERO, 1º grado, y Francisco Echeverría sin cargo documentado, todos estos últimos eran docentes provenientes de la provincia de La Rioja.

La primera maestra mujer que ingresa a la escuela fue la Sra Edith Andreoni de Maldonado, cuyo reemplazo, al pasar ésta a una Escuela Oficial, fue la Sra María Luisa Reale de Pieckenstainer a partir del año 1965, como maestra de 6º grado. Hasta el año 1973, La Sra María Luisa, se desempeñó como docente en las tareas de grado, posterior a eso y en reemplazo de Graciela Valentini, quien fuera la primera vicedirectora de la Escuela asume la vicedirección, y más tarde, tras el fallecimiento del Padre Iturbe llega a Directora de la Institución.

Como dato interesante, cabe citar que por los comienzos del colegio, los niños que provenían de localidades alejadas a la nuestra, permanecían en el establecimiento como internos de lunes a viernes, regresando a sus casas los fines de semana. Para dicha función, había sido destinada la parte superior del edificio.

El arancelamiento del alumnado era bajo, y para su administración existía una cooperadora. Hasta el año 1960, el 75 % de subvención se recibió del estado provincial, y luego de una petición formulada en el año 1961, se comienza a recibir el 100 %.

Tras la ausencia física del Padre José María, 3 laicos quedaron al frente administrativo de la escuela, ya que los representantes legales de la misma no la ejercían directamente, creándose desde entonces, luego de la disolución de la cooperadora, la administración y aparece el arancel.

Anteriormente, había sido creada una comisión pro-construcción del gimnasio y de las nuevas dependencias de la escuela, esta misma se originó con el P. José María, quien tras reunirse con los padres de los alumnos los invitó a participar para obtener los fondos necesarios no mediante el aporte directo sino a través del trabajo conjunto y la colaboración mutua , y se disuelve tras la construcción de lo deseado.Las mismas personas de la cooperadora escolar disuelta, son quienes formaron parte de esta comisión.

Muchas fueron las tareas y el tiempo que se invirtió para lograr lo deseado, la labor incansable de esta comisión y de toda la comunidad escolar, los llevó a trabajar en el Quincho del Anfiteatro durante los sucesivos encuentros del Festival Nacional de Peñas de Villa María, fiestas en las cuales llegó a sortearse ¡una casa!.

También se celebraba, durante el mes de Octubre de todos los años, la Kermese del colegio, donde todos los grados colaboraban; cada uno de ellos tenía a su cargo la construcción de los kioscos de entretenimientos y ventas de comestibles. La imaginación y el empeño lograban resultados muy atractivos, divertidos juegos e ingeniosos “stands”, donde además se podían degustar los más exquisitos “choripanes”, papas fritas y tortas. Se disfrutaban juegos como la pesca de peces artificiales, ruleta, aros que se arrojaban a clavas o botellas, tiro al blanco con dardos, carreras de autitos, también se enviaban telegramas por micrófono y se solicitaban dedicatorias musicales.

La disolución de la cooperadora, dejó solo en el recuerdo estas inolvidables y verdaderas fiestas familiares de la comunidad escolar.

Las libretas de calificaciones en los comienzos de la escuela, eran entregadas a los alumnos, a la salida de la misa dominical, en ellas constaban específicamente detalles como Conducta, Aplicación, Aseo, Inasistencias y Observaciones; las mismas debían ser devueltas los días lunes firmadas por los padres.






La historia que seguimos escribiendo

La acción fecunda exige continuidad en el esfuezo.
José Ingenieros


El 9 de marzo de 1964, se produjo, junto a profesores y alumnos reunidos por primera vez, en un sencillo y emocionado acto, el inicio de las clases de 1º año del nivel secundario del Instituto, ante la presencia de su primer rector y fundador, el sacerdote y maestro José María Iturbe. Un grupo de hombres y mujeres generosos, que se adhirieron al entusiasmo del Padre José María, hicieron posible aquel día de Marzo de 1964.

Desde esa fecha lejana en el tiempo, pero tan cercana en el corazón de quienes pertenecen a esta Institución, resaltan los nombres de aquellos hombres que constituyeron el primer cuerpo docente que trabajó y cultivó un ideal con un objetivo tan trascendente como la educación.

Tres años después de este feliz comienzo, se fundó en 1967 el Bachillerato Técnico Lácteo, completándose paralelamente el nivel secundario de enseñanza. Más tarde, en 1980 se crea el nivel Terciario, hecho que da lugar a la Organización de la Escuela Superior Integral de Lechería, en el marco de la Dirección de Institutos Privados de Enseñanza (D.I.P.E.) y con el apoyo de las Asociaciones de Industriales del sector lácteo, las Asociaciones de productores, la FAO y el INTA.

Al llegar el año 1984, se incorpora el Profesorado de Educación Física, ampliándose así la estructura y la oferta del nivel de enseñanza superior.

Posteriormente en 1995, los directivos de la Escuela firmaron un convenio de articulación con la Universidad Nacional de Villa María, mediante el cual los alumnos que realizan el nivel terciario, pueden continuar sus estudios universitarios, para acceder a Títulos como Ingeniero en Tecnología de Alimentos, Ingeniero Agrónomo, y Licenciatura en Educación Física.

Durante el año 1996, a través de un convenio firmado con el Club Sparta, se remodelan las instalaciones de este último, convirtiéndolas en un espacio óptimo para las clases teórico-prácticas deportivas, a donde se traslada el Profesorado de Educación Física. A partir de este mismo año, 1996, la Orden Trinitaria cede las Instalaciones y los Servicios Educativos del Instituto La Santísima Trinidad a FUNESIL y a la Fundación EDUCAR.






Nivel Inicial

"Llenemos desde nuestras salas de jardín
el único lugar sin límites,
el corazón de los hombres del mañana."


El jardín de infantes del Instituto nace como necesidad de la comunidad. Por aquel entonces en el año 1970, el P. Juan María Beitía creyó posible la oportunidad para fundar el nivel inicial, y por ello, busca en ese momento a la Señora Ana Graciela Beccaría, egresada del Instituto del Rosario, y a Marta Silvia Piattini, y como maestra de música a Gladis Grosso.

Tras lograr arreglar los trámites pertinentes y la correspondiente aprobación provincial, se inician las actividades como Jardín de Infantes “La Santísima Trinidad” el día 1º de Abril de 1970, categoría primera, estando como director del Instituto la Santísima Trinidad el P. José María Iturbe y como vicedirectora la señora Graciela Valentini de Zanotti.

El comienzo de las actividades había sido en el mes de Marzo, tras una rápida e intensa organización desde mediados del mes de Febrero.

El inicio de las clases recibe a las primeras niñas en la escuela, y surge la escolaridad mixta; dicha modificación se concreta en la escuela primaria al año siguiente.

Al principio el jardín de infantes funcionaba en una sola sala, y poseía un patio pequeño. Hoy es el espacio al aire libre donde se disfrutan los recreos y otras actividades.

Ambas docentes, la Sra Beccaría y Marta Piattini compartían la misma salita donde funcionaba el jardín de 5 años, solo que en dos turnos diferentes, una por la mañana y otra por la tarde.

La rápida apertura del nivel inicial, hizo que no hubiera mucho tiempo para procurar todo el mobiliario y el material didáctico desde el comienzo, es por eso que los Padres Trinitarios no sólo fueron generosos cediendo una parte de sus habitaciones, sino que colaboraron con el préstamo de alfombras para que los niños se sentaran más cómodamente, ya que no tenían aún sillitas ni mesitas. Cuando lo necesitaban, se usaban las dependencias de la casa parroquial, para la realización de algunas tareas.

Las clases de música se desarrollaban en la sala de música

La primera promoción de “estudiantes” vestían de pintorcitos, de color rosa para las niñas y de color celeste para los varones, posteriormente el color se reemplaza por los que identifican a la Orden trinitaria, pintorcito rojo para ellas y azul para ellos, siendo una nota de distinción el uso de moños primero y luego de cuellos a cuadritos o lunares que señalaban las diferencias entre los jardines de 4 y 5 años. El uniforme que nos identifica actualmente como Nivel Inicial es el pantalón jogging rojo, buzo azul. En el verano pantalón corto azul, chomba y remera blanca de la institución.

Por ese entonces todavía no estaba el gimnasio que hoy todos conocemos, allí solo se encontraba una “ canchita de futbol” como todos la llamaban. Desde siempre para el P. José María era muy importante el desarrollo armonioso del cuerpo en unión con la inteligencia, y era por esta razón que Él mismo era el protagonista de las actividades físicas de los “jardineros”, ¿de qué manera?, pues sentándose al arco y atajando las pelotas que los niños le arrojaban.

Desde esos principios a hoy, el “jardincito” a crecido permanentemente, actualmente cuenta con 42 personas que conforman el equipo docente, entre ellas las maestras de Nivel Inicial, gabinetistas y las docentes de áreas especiales plásticas, educación física, expresión corporal, música e inglés. Las instalaciones vaya que sí crecieron, constan de 20 salas ( 7 salas para jardín de 5 años, 7 salas para jardín de 4 años y 6 para jardín de 3 años), con distintos juegos ubicados en el espacio que cedieron los religiosos.
Todos aún podrán recordar la fresca sombra de aquel inolvidable “olivo” bajo el cual se tejieron tantos sueños infantiles, hasta que un cruel viento de aquel mes de Noviembre de 1999, puso fin a sus verdes días. Tanto es así, que supo inspirar poemas en el corazón de la Profesora Elsa Balderramo quien puso en movimiento su mano para escribirlos.






Sus Protagonistas

El Poeta dice:
"caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar."


No había camino, golpe a golpe, huella a huella, hombres y mujeres lo fueron trazando. Hoy corresponde recordar a los que con tesón y esfuerzo trabajaron para que se fundara el Instituto La Santísima Trinidad. Los nombres de esos pioneros son:

Padre José María Iturbe : fue sacerdote y maestro, un consagrado a Dios y a los niños. Nació en EA Vizcaya, España, el día 4 de Diciembre de 1910. Vivió en Ereño y recibió su educación en la escuela de los Padres Agustinos, aprendiendo y cultivando un profundo amor por su tierra.

Desde muy temprana edad, sintió la vocación trinitaria iniciándose en Vizcaya donde concretó sus estudios secundarios, y desde entonces tomó un camino que nunca abandonaría, el de pasar sus días sembrando la sabiduría de su conocimiento, el empuje de su entusiasmo y el profundo amor por los niños.

A sus 16 años ya vistió su hábito trinitario consagrando su juventud a una carrera sacerdotal plena de comunicación con Dios.

Posterior a su ordenamiento como sacerdote obtuvo el título de maestro tras su preparación en el magisterio.

Llegó a nuestro país en el año 1934, donde comenzó a ejercer como maestro, primero en Capital Federal, y luego a la Ciudad de Hernando, ya como director de Escuela.

En el año 1942, funda junto a otros religiosos de la Orden Trinitaria, la Escuela “La Santísima Trinidad” de la cual es desde su comienzo su maestro y Director.

Vivió para darle a la ciudad de Villa María la presencia de un sacerdote- maestro que supo brindarse íntegramente a la Parroquia, a la Escuela y a la comunidad.

Poseedor de un carácter vigoroso y de humildad en sus actos, la gente pudo disfrutar de su voz privilegiada y magnífica desde el Altar o alentando un partido de Baby-fútbol desde la tribuna de su querido Club River Plate del cual fue partícipe en sus comienzos como uno de sus fundadores. La Institución participaba como La Sma Trinidad en los torneos de Baby-futbol, compitiendo con equipos del resto de la ciudad, de diferentes barrios.

Su espíritu consolador y su amplio corazón llevo alivió a los presos en la cárcel local, consuelo a los enfermos y alegría en la soledad.

Aún hoy, algunos lo recuerdan por el aroma de sus habanos, o por transmitir una enorme alegría entre sus “paisanos” del Centro Vasco, del cual fue cofundador.

Anteriormente a la creación del Centro Vasco de Villa María, el 29 de Setiembre de 1946, existía en la actual calle Gral Paz al 152 , la Nueva Vasconia Pensión de Jacinto Unanue, donde funcionaba en la parte anterior de edificación un establecimiento de expendio de comidas, (cuya cocinera era la virtuosa esposa de Don Jacinto), que fuera el lugar de encuentro común de aquellos que eran inmigrantes vascos.

Entre ellos se encontraba el Rvdo Padre Lucio de Arriortúa, quien fuera su principal gestor. Posteriormente se comenzaron a organizar comisiones, al principio sólo para las celebraciones y recordaciones de fiestas vascas, donde el Padre Iturbe participaba siendo luego uno de los fundadores del Centro como Institución, en 1946.

Los Padres Trinitarios participaban de las tareas junto a Julio Irastorza, Bautista Echeverría, Pedro Letona, Pedro Mouxaut, Francisco Alberto, Matías Sagasti, Sabaz Unzueta, Santiago Garatea, Higinio Arabaolaza, Ignacio Zabala, Teodoro Montero, Cesáreo Carricaburu y la Comisión de Damas entre otros.

Una de las recordadas celebraciones , es la colocación de un retoño del árbol de Guernica en la Plaza Centenario de nuestra ciudad, lugar que aún se puede visitar, para admirar el hermoso roble que crece en ella.

Padre Domingo Ausocoa: Nació en Vizcaya, pueblo de Arrieta, antiguo caserío de España, donde pasó su infancia. Cuando sólo contaba con 12 años sintió el llamado a seguir la carrera sacerdotal, que abrazó con amor y a la que le dedicó profundo estudio y trabajosa preparación.

Ejerció su sacerdocio desde el 6 de Abril de 1935, enseñando además Filosofía, Teología y Ética, teniendo entre sus alumnos al mismo Padre José María Iturbe.

Dentro de su denodado trabajo se desempeñó como Director de escuelas y Parroquias, gobernó su Orden y presidió comunidades, fue además representante legal del Instituto hasta el mes de Febrero de 1992.

Padre José Miguel Zudaire Arastio: Nació en Mues, Provincia de Navarra, España en el año 1937, llegando a nuestro país en el año 1961. Es permanentemente recordado por su dedicación a la catequesis de los niños de la escuela, que se preparaban para la primera comunión, ceremonia que se realizaba al principio en un mismo día para todos, y en el gimnasio de la Escuela. Luego que organizaron en pequeños grupos de 30 niños en la parroquia. Para la ceremonia el mismo Padre José Miguel había preparado el misal, como guía de la misa en las comuniones, y el manual de 100 preguntas para la evaluación de los alumnos.

Su presencia era constante en las aulas, promovía a las reuniones de maestros coordinando cada uno de los encuentros.

Padre Francisco Muñoz Molina: El Rdo Padre al que todos llamaban cariñosamente Padre Paco, fue representante legal del Instituto por algún tiempo. Había nacido en Córdoba, España. Fue parte de la comunidad trinitaria de Roma. Estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana, obteniendo por ese entonces la Licenciatura en Teología.

Cuando regresó a España, se desempeñó como Superior del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta (Jaón), y luego desde allí fue elegido en Roma con aquel cargo y Rector del Colegio Trinitario.

Cuando llegó a nuestro país se desempeñó en la Parroquia Trinitaria de Capital Federal, siendo además profesor de Teología de la Universidad del Salvador.

Por el año 1987 llega a Villa María, designado como Superior, Párroco de esta casa, lugar desde donde se destacó como un hombre eminentemente eclesial, siendo durante 9 años asesor nacional, trabajando incansablemente por la Renovación Carismática Católica.

EDUCAR ES AMAR

GRUPO EDUCATIVO TRINITARIO